Motivos del Comité uruguayo por el Premio Nobel de la Paz para postular a las Brigadas Médicas Internacionales Henry Reeve

Montevideo, enero 2021

Dra. Carissa Etienne

Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)

Presente:

El Comité uruguayo por el Premio Nobel de la Paz para las Brigadas Médicas Internacionales Henry Reeve tiene el agrado compartir con esa destacada Institución nuestras razones para nominar al contingente médico mencionado.

Se trata de un Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias. Está constituido por personal médico voluntario de la República de Cuba y fue creado en la Ciudad de la Habana el 19 de Setiembre de 2005, por Fidel Castro Ruz. Desde entonces, las trabajadoras y trabajadores de la salud que lo integran, han dado al Mundo la más impresionante muestra de solidaridad, coraje, abnegación y heroísmo, llevando a los pueblos que lo han requerido, su contribución desinteresada, bajo la forma de asistencia médica humanitaria, incluso en las peores situaciones y con riesgo de sus propias vidas. 

Prueba de ello y los riesgos que enfrentan, lo constituye la misión cumplida en los años 2014 y 2015 por parte de 256 brigadistas, en Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry, para combatir el Ébola. En el transcurso de aquella misión, dos médicos cubanos enfermaron de malaria y fallecieron, mientras otro enfermó de ébola, aunque posteriormente se recuperó. Esa misión permitió salvar más de 2.000 vidas y motivó la entrega por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Premio Dr. LEE JONG-WOOK a las Brigadas del Contingente ¨Henry Reeve¨. 

Para enfrentar la pandemia de la COVID-19, el Contingente ¨Henry Reeve¨, constituyó cerca de 50 brigadas, las que han actuado en 40 países y territorios. Han atendido a miles personas y salvado miles de vidas. Se han movilizado unos 4.000 profesionales cubanos de la salud, de los cuales el 61,2 % son mujeres. 

El Contingente ha estado presente en varias regiones del mundo: 

Cuatro países de América Central (Nicaragua, Honduras, México y más recientemente Panamá). En México con cuatro brigadas médicas especializadas. El total de pacientes en estos países asciende a cerca de 100 mil personas. 

Doce países en el Caribe (Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Jamaica, Granada, Haití, Belice, Dominica, San Cristóbal y Nieves, Barbados, y Trinidad y Tobago) brindando servicios de salud a alrededor de 33 mil personas. 

Dos países en América del Sur (Perú con cuatro brigadas y en Venezuela), lo cual ha permitido atender aproximadamente 20 mil personas. 

Tres países en Europa y Asia (Italia, cuatro brigadas médicas, Andorra y Azerbaiyán), las cuales ofrecieron sus servicios a más de 16 mil personas. 

Asimismo, el total de personas asistidas en los territorios británicos no autónomos (Anguila, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes, Montserrat) y en Martinica, departamento de ultramar de Francia, asciende a más de mil personas. 

Diez países en África (Angola, Togo, Cabo Verde, Sudáfrica, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Santo Tomé y Príncipe, Guinea Ecuatorial, Sierra Leona y Kenia), 10 brigadas médicas han atendido a más de 38 mil personas. 

Tres Países en Medio Oriente (dos misiones médicas en Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait), las cuatro brigadas han atendido a más de 138 mil pacientes. 

En la actualidad 37 brigadas del Contingente, siguen prestando asistencia y ayuda médica a 26 naciones (Angola, Azerbaiyán, Barbados, Belice, Cabo Verde, Dominica, Granada, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Haití, Honduras, Jamaica, Kenia, Kuwait, México, Perú, Qatar, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Sudáfrica, San Cristóbal y Nieves, Surinam, Trinidad y Tobago, Togo y Venezuela) y cinco territorios no autónomos (Anguila, Islas Vírgenes, Islas Turcas y Caicos, Martinica y Montserrat). 

En un Mundo donde hemos visto actos de extrema irresponsabilidad y frivolidad ante la Pandemia, por parte de algunas autoridades y personalidades de gobierno de algún país, el contraste con la abnegación y sacrificio de estos brigadistas, pone de relieve que estas prácticas solidarias, no solo ayudan a mejorar la salud de sus pacientes y contener la pandemia: También enaltecen a sus protagonistas y sobre todo, contribuyen a llevar esperanza, consuelo y trato digno a todos quienes sufren directamente las consecuencia de esta tragedia alrededor del mundo. 

A su vez, constituye un ejemplo para el mundo la generosidad de un pueblo como el cubano, que aún en medio de un cruel y brutal bloqueo económico, comercial y financiero (que provoca carencias graves de insumos esenciales para la vida), es capaz de sobreponerse y acudir en ayuda de otros pueblos en dificultades, aportando y compartiendo lo que tiene y necesita, en un gesto que representan una reafirmación de valores humanitarios superiores, que enriquecen a la comunidad internacional y a todos nuestros pueblos. 

En particular, el pueblo uruguayo conoce la solidaridad y el afecto del pueblo cubano, desde larga data. En momentos trágicos para la Democracia y para la población uruguaya, en tiempos del terrorismo de Estado, el pueblo cubano abrió sus brazos para recibir a cientos de compatriotas que sufrían persecución en el país y en el extranjero. Así mismo, en tiempos más recientes decenas de jóvenes uruguayas y uruguayos pudieron cumplir el sueño de recibirse como médicos, gracias a la generosidad de Cuba y su Escuela Latino Americana de Medicina. 

Y, si esto fuera poco, la Operación Milagro, en la que participan médicos, oftalmólogos y técnicos cubanos, acaba de sobrepasar las 100.000 operaciones de ojos, en el Hospital de Ojos José Martí, lo que significó para nuestro pueblo, que 100.000 de sus abuelos y pacientes de diferentes edades recobraran felizmente la vista y, en gran medida, la normalidad de sus vidas. Para cada paciente cuya vida estaba condenada por la ceguera, esto significó un verdadero milagro, que la medicina y la solidaridad cubana hicieron posible, junto a profesionales uruguayos. 

La Paz, condición fundamental para la convivencia y sobrevivencia de nuestro Planeta, para el desarrollo y felicidad de todos los pueblos, para desandar los caminos del armamentismo, para cerrar el paso a las amenazas de guerra y destrucción, debe ser abonada siempre y permanentemente, con las mejores expresiones de la solidaridad y la calidad humana. La amistad entre los pueblos es garantía para la Paz, por eso la generosidad altruista y la ofrenda de lo poco que se tiene, incluso la propia vida, fortalece la Paz y hace a nuestro Mundo un poco mejor y más seguro. 

Por todo esto, ejemplos como los que nos brinda a diario el Contingente Internacional de Médicos Cubanos ¨Henry Reeve¨, con su labor humanitaria, voluntaria y desinteresada, constituyen un tesoro y un orgullo para toda la Humanidad, que ameritan ser reconocidos con el Premio Nobel de la Paz 2021. 

Saluda Atentamente:

Comité Uruguayo por el Premio Nobel de la Paz para las Brigadas Internacionales Médicas Cubanas Henry Reeve