{"id":2210,"date":"2020-03-09T15:30:20","date_gmt":"2020-03-09T15:30:20","guid":{"rendered":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/?p=2210"},"modified":"2020-03-09T15:30:20","modified_gmt":"2020-03-09T15:30:20","slug":"figari-un-proyecto-derrotado-2","status":"publish","type":"post","link":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/figari-un-proyecto-derrotado-2\/","title":{"rendered":"Figari: Un proyecto derrotado."},"content":{"rendered":"

\u00abNecesitamos educaci\u00f3n para la investigaci\u00f3n, para la innovaci\u00f3n, en fin para un pa\u00eds productivo con justicia social. En el debate educativo debe superarse la visi\u00f3n unilateral de la ense\u00f1anza y su versi\u00f3n \u201clibresca\u201d \u201cmemoriosa\u201d y \u201celitista\u201d por una visi\u00f3n superior, polit\u00e9cnica, en el sentido en que elabor\u00f3 Figari, como parte de poder generar las condiciones de \u201ctrabajar pensando y pensar trabajando\u201d. Esta es una forma de superar la falsa antinomia entre educaci\u00f3n human\u00edstica y educaci\u00f3n t\u00e9cnica en camino a la integralidad del ser humano\u00bb. (Documento aprobado en el XI Congreso del PITCNT en diciembre de 2011).<\/strong><\/p>\n

Consideraciones previas<\/strong><\/p>\n

Este a\u00f1o se cumplen cien a\u00f1os de la designaci\u00f3n de Pedro Figari como director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios (ENDAYO). El mejor homenaje que le podr\u00edamos brindar ser\u00eda releer su obra pedag\u00f3gica y preguntarnos cu\u00e1l es su vigencia. Ya en su momento esa obra concit\u00f3 la resistencia de sus contempor\u00e1neos y luego fue opacada por su imagen de pintor consagrado. Releerla hoy es una oportunidad para des-cubrir o des-encubrir sus conceptos esenciales, sus sentidos vanguardistas y sus ideas pol\u00e9micas, que provocaron su derrota y su posterior \u201colvido\u201d.<\/p>\n

Cuando se habla de la faceta educativa de Figari, se la suele circunscribir al sistema de la ense\u00f1anza t\u00e9cnica, equ\u00edvoco que tal vez deriva de su actividad en el consejo de la ENDAYO. Sin embargo, esta perspectiva limita la apreciaci\u00f3n de su legado, que abarca toda la educaci\u00f3n p\u00fablica, como se desprende de sus escritos. La transcripci\u00f3n literal de sus palabras aclara esa arraigada limitaci\u00f3n que impide valorar el potencial aporte de su pedagog\u00eda.<\/p>\n

En su proyecto de reorganizaci\u00f3n de la ENDAYO de 1910, Figari dice: \u201cEs conveniente en sumo grado que las escuelas p\u00fablicas despierten en el ni\u00f1o el concepto del arte y de la belleza, como se ha hecho en otras partes. Esto concurrir\u00e1 a formar el car\u00e1cter del pueblo, dentro de un plan m\u00e1s alto y m\u00e1s culto\u201d.[1]<\/p>\n

Sobre esta misma idea insiste en textos posteriores: \u201cEn las escuelas primarias del Estado se dar\u00e1 instrucci\u00f3n pr\u00e1ctica con fines industriales, anotando y estimulando las vocaciones de los alumnos\u201d.[2]<\/p>\n

\u201cLos liceos departamentales, y los propios de la capital, deber\u00edan aplicarse tambi\u00e9n a cultivar los mismos m\u00e9todos antedichos de instrucci\u00f3n industrial\u2026\u201d[3]<\/p>\n

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En la primera de las conclusiones con las que cierra el ensayo\u00a0Educaci\u00f3n integral\u00a0<\/em>declara: \u201cLa educaci\u00f3n industrial debe ser la base de la instrucci\u00f3n p\u00fablica\u201d.[4] La palabra \u201cconclusi\u00f3n\u201d conlleva en ese lugar un hondo sentido simb\u00f3lico de t\u00e9rmino, de clausura definitiva de una etapa. Luego de escribir la \u00faltima p\u00e1gina de esa obra, el educador Figari decidi\u00f3 arriar las banderas en su lucha por la implementaci\u00f3n nacional del proyecto que con tanta pasi\u00f3n hab\u00eda sostenido.<\/p>\n

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Reci\u00e9n despu\u00e9s de m\u00e1s de medio siglo, Arturo Ardao rescat\u00f3 sus textos sobre educaci\u00f3n, que hab\u00edan permanecido en el m\u00e1s absoluto abandono. Ardao investig\u00f3 ese legado y lo reuni\u00f3 por primera vez en el libro\u00a0Educaci\u00f3n y arte<\/em>, publicado en 1965. En el pr\u00f3logo analiz\u00f3 la concepci\u00f3n de quien no solo hab\u00eda actuado en la direcci\u00f3n de la ENDAYO, sino que hab\u00eda construido una propuesta pedag\u00f3gica para todo el sistema educativo del pa\u00eds.<\/p>\n

 <\/p>\n

En el conjunto de los textos recuperados, Figari aborda variados asuntos de \u00edndole pedag\u00f3gica: la formaci\u00f3n docente, la educaci\u00f3n en el medio rural, la atenci\u00f3n a la infancia desamparada, la \u00a0educaci\u00f3n y el trabajo productivo en el sistema carcelario, la educaci\u00f3n de la mujer, etc.<\/p>\n

 <\/p>\n

La elaboraci\u00f3n te\u00f3rica de Figari se constituye desde la convicci\u00f3n sobre las posibilidades ilimitadas del progreso humano \u2014encarnado en el ideal positivista\u2014 a partir del avance cient\u00edfico y de la universalizaci\u00f3n educativa. El aporte fundamental de su propuesta es la introducci\u00f3n del trabajo como vertebrador del curr\u00edculo en un proceso de ense\u00f1anza-aprendizaje ligado fuertemente a una dimensi\u00f3n teleol\u00f3gica.<\/p>\n

 <\/p>\n

El tratamiento de los temas revela una evoluci\u00f3n de su pensamiento, que se podr\u00eda dividir en dos ciclos. El primero abarca desde la publicaci\u00f3n, en 1885, de su tesis de graduaci\u00f3n en la Facultad de Derecho, titulada\u00a0Tesis agraria<\/em>, y se extiende\u00a0 hasta el momento de su primera renuncia al Consejo de la ENDAYO en 1910. El segundo ciclo comienza en 1915, cuando retorna al Consejo como Director, y puede considerarse terminado en 1918, con la publicaci\u00f3n de\u00a0Educaci\u00f3n integral<\/em>. Con posterioridad a esa fecha se ocupar\u00e1 ocasionalmente del tema en\u00a0 art\u00edculos y conferencias, as\u00ed como en referencias deslizadas en su obra literaria.\u00a0[5]<\/p>\n

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Durante el primer per\u00edodo hay una construcci\u00f3n paulatina de sus ideas educacionales que pueden ya rastrearse en su\u00a0Tesis agraria<\/em>\u00a0y despu\u00e9s en su actuaci\u00f3n en el parlamento. Esas ideas responden a un inter\u00e9s general por el tema educativo relacionado con sus inquietudes est\u00e9ticas y el desarrollo industrial del pa\u00eds. A partir de su ingreso al Consejo de la ENDAYO, en 1910, profundiza espec\u00edficamente su propuesta pedag\u00f3gica. El primer documento que la contiene es el proyecto de reorganizaci\u00f3n de la instituci\u00f3n en cuyo final advierte: \u201cAl redactar aqu\u00ed mi proyecto de programa y reglamento he tenido en vista los inmensos beneficios, cada vez mayores, que deben esperarse de la divulgaci\u00f3n de ense\u00f1anzas encaminadas a formar el criterio, la conciencia del obrero, dentro de un plan amplio y moderno, desarrollando el esp\u00edritu de observaci\u00f3n, de organizaci\u00f3n, de iniciativa, de asociaci\u00f3n, de inventiva, de ejecuci\u00f3n, y formando el sentido est\u00e9tico, dentro de un orden pr\u00e1ctico de adecuaci\u00f3n, de adaptaci\u00f3n, de ordenamiento, de equilibrio y de armon\u00eda, todo lo cual debe preparar por un lado, hombres capaces de intervenir provechosamente en las modalidades m\u00e1s complejas de producci\u00f3n, y con sentido pr\u00e1ctico, y por el otro, m\u00faltiples factores de cultura, determinando rumbos m\u00e1s positivos y razonados a la actividad, como a la producci\u00f3n general\u201d.[6]<\/p>\n

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Sintetiza as\u00ed las ideas que defendi\u00f3 en la dura pol\u00e9mica que mantuvo con los integrantes del Consejo de la Escuela sobre los fines que su programa pretend\u00eda obtener, contrapuestos a los del viejo r\u00e9gimen de la instituci\u00f3n.<\/p>\n

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Cuando su propuesta es rechazada, renuncia a su cargo y poco despu\u00e9s toma la radical decisi\u00f3n de abandonar casi todas sus ocupaciones para estudiar y meditar sobre algunos temas que desde hac\u00eda tiempo lo inquietaban. Al cabo de dos a\u00f1os deja su retiro y publica el ensayo\u00a0Arte, est\u00e9tica, ideal<\/em>\u00a0en cuyo prefacio aclara que su libro es el fruto de la b\u00fasqueda de explicaciones a problemas que lo ven\u00edan\u00a0 preocupando desde tiempo atr\u00e1s. Si bien no se considera un erudito, informa al lector: \u00abPuedo decirle, en cambio, que este libro es de observaci\u00f3n y de asimilaci\u00f3n; en otras palabras, que, por escaso que sea su m\u00e9rito, es \u201cmi libro\u201d[7]\u00bb.<\/p>\n

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Sus estudios le sirven de base y est\u00edmulo para encarar lo que se hab\u00eda transformado a esa altura de su vida en una obstinaci\u00f3n militante del ideal pedag\u00f3gico que guiar\u00e1 el segundo ciclo de su actividad.<\/p>\n

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Pertrechado con argumentaciones m\u00e1s profundas, retoma las ideas directrices que hab\u00eda intentado aplicar anteriormente. En 1915 presenta al Poder Ejecutivo el memor\u00e1ndum provisional\u00a0Cultura pr\u00e1ctica industrial<\/em>\u00a0y es nombrado director de la ENDAYO por el presidente Feliciano Viera.<\/p>\n

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Reanuda entonces su accionar en la ense\u00f1anza hasta que, en 1917, decide renunciar a su cargo ante la imposibilidad de implementar su proyecto: es derrotado nuevamente ya que los empresarios e industriales integrantes del Consejo lo rechazan y, adem\u00e1s, no recibe ning\u00fan apoyo del sistema pol\u00edtico.<\/p>\n

Al tiempo de su renuncia redacta dos documentos:\u00a0Lo que era y lo que es la Escuela de Artes<\/em>, en el que describe lo que en escasos dos a\u00f1os hab\u00eda podido realizar y el\u00a0Plan general de la organizaci\u00f3n de la ense\u00f1anza industrial<\/em>, en el que desarrolla el ideario pedag\u00f3gico que lo hab\u00eda guiado en la conducci\u00f3n de la Escuela.<\/p>\n

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Al a\u00f1o siguiente publica, junto a su hijo Juan Carlos, el ensayo\u00a0Educaci\u00f3n integral<\/em>, calificado por Arturo Ardao, como una de las piezas m\u00e1s importantes de la literatura pedag\u00f3gica uruguaya del siglo XX. El ensayo, al igual que\u00a0 el resto de su obra, qued\u00f3 relegado al olvido durante medio siglo.<\/p>\n

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\u00bfQu\u00e9 conten\u00eda el proyecto pedag\u00f3gico de Pedro Figari para concitar un rechazo tan frontal? El homenaje que se realiza ahora, despu\u00e9s de cien a\u00f1os, \u00bfno implicar\u00eda estudiar qu\u00e9 aspectos de su proyecto se han cumplido y qu\u00e9 vigencia mantienen?<\/p>\n

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A nuestro entender, para comprender el ideario de Figari es imprescindible analizar los dos elementos centrales de su pedagog\u00eda: la articulaci\u00f3n del estudio con el trabajo productivo y la educaci\u00f3n integral.<\/p>\n

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ALGUNAS BASES TE\u00d3RICAS DE SU PEDAGOG\u00cdA<\/strong><\/p>\n

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Dice Figari en el\u00a0Plan General de organizaci\u00f3n de la Ense\u00f1anza Industrial<\/em>\u00a0que present\u00f3 en 1917: \u201cEn lo fundamental considero siempre oportunas las mismas reglas que propuse hace algunos a\u00f1os (23 de junio de 1910)\u2026\u201d[8]\u00a0En esa ocasi\u00f3n, a las reglas las llam\u00f3 \u201cpreceptos pedag\u00f3gicos\u201d y en ellos sintetiz\u00f3\u00a0 su propuesta:<\/p>\n

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\u201c1\u00ba) Dar instrucci\u00f3n pr\u00e1ctica m\u00e1s bien que te\u00f3rica, adoptando procedimientos experimentales, de modo que el educando consiga por s\u00ed mismo la verdad o el resultado que busca.<\/p>\n

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2\u00ba) Educar el criterio dentro de las peculiaridades de la individualidad del alumno respetando y a\u00fan estimulando sus energ\u00edas modales como una fuerza estimable \u2013sin perjuicio, naturalmente, de las rectificaciones que convengan- en la inteligencia de que es en dicha v\u00eda que podr\u00e1 alcanzar su capacidad productora.<\/p>\n

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3\u00ba) Despertar y desarrollar la inventiva del alumno por medio del proyecto y de la cr\u00edtica, basados fundamentalmente en un prop\u00f3sito de adecuaci\u00f3n productora.<\/p>\n

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4\u00ba) Despertar y desarrollar su esp\u00edritu de observaci\u00f3n y de an\u00e1lisis,\u00a0ense\u00f1\u00e1ndole a razonar.<\/p>\n

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5\u00ba) Cultivar el criterio del alumno m\u00e1s a\u00fan que su manualidad, as\u00ed como optar por una preparaci\u00f3n general m\u00e1s que por unilaterizaciones, sin perjuicio de cualquiera especializaci\u00f3n que en cada caso convenga.<\/p>\n

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6\u00ba) Cultivar su esp\u00edritu de iniciativa, de organizaci\u00f3n y de empresa, alentando las facultades ejecutivas y haciendo ver las ventajas de la perseverancia como medio de realizaci\u00f3n, que es la finalidad de todo esfuerzo.<\/p>\n

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7\u00ba) Fomentar el esp\u00edritu de asociaci\u00f3n y de cooperaci\u00f3n, as\u00ed como los dem\u00e1s factores de sociabilidad y de cultura\u201d<\/p>\n

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Estos preceptos muestran algunos cambios en el orden y en la elecci\u00f3n del vocabulario respecto a las reglas de 1910: la sustituci\u00f3n de las palabras \u2018formar\u2019 y \u2018modelar\u2019 por \u2018educar\u2019 y \u2018cultivar\u2019, indica la influencia generada por la\u00a0 Escuela Nueva desde fines del siglo XIX. La teor\u00eda y las pr\u00e1cticas de dicha corriente establecen varios principios a los que Figari atiende especialmente: la centralidad del alumno, la actividad y la solidaridad.<\/p>\n

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Al comentar las reglas del programa que presenta en 1910, Figari dice:<\/p>\n

\u201cEn la Escuela, naturalmente, el fin es la ense\u00f1anza del alumno. Este debe ocupar, pues, el lugar culminante de toda organizaci\u00f3n y reglamento desde que, lo dem\u00e1s, todo, incluso las autoridades escolares, profesores y empleados, es simplemente una serie de resortes de que se echa mano para hacer funcionar la instituci\u00f3n\u201d.[9]<\/p>\n

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Intenta desterrar de la Escuela la dimensi\u00f3n represiva que manten\u00eda a causa de sus or\u00edgenes como reformatorio, empezando por prohibir los castigos arbitrarios que se aplicaban a los alumnos. Frente al autoritarismo que reinaba en la pr\u00e1ctica docente propone una nueva relaci\u00f3n pedag\u00f3gica: \u201cEl profesor debe ser el consejero, el gu\u00eda, m\u00e1s no su verdugo mental\u201d.[10] Previene contra la ense\u00f1anza verticalista desde una perspectiva paidoc\u00e9ntrica con la finalidad de asegurar la autonom\u00eda cognitiva y la independencia de criterio del educando.<\/p>\n

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En el precepto N\u00ba 2 incorpora el vocablo \u2018criterio\u2019 que para Figari tiene un sentido relacionado con la adquisici\u00f3n de conocimiento. Seg\u00fan esta interpretaci\u00f3n, el conocimiento no se logra mediante una ense\u00f1anza te\u00f3rica y verbalista sino desde la observaci\u00f3n y el an\u00e1lisis de la realidad: \u201cEs preciso, por una parte, inducir a nuestra mentalidad hacia el campo feraz de la experimentaci\u00f3n del modo m\u00e1s decidido que nos sea posible hacerlo\u201d.[11]<\/p>\n

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Utiliza las palabras \u2018criterio\u2019 e \u2018ingenio\u2019 repetidamente. \u2018Criterio\u2019 es para \u00e9l la capacidad de manifestaci\u00f3n de la inteligencia y lo vincula al concepto de \u2018cr\u00edtica\u2019, vocablo que tiene la misma ra\u00edz: \u201c\u2026la cr\u00edtica integra el arbitrio del esfuerzo como complemento subjetivo, y no porque esta funci\u00f3n se desempe\u00f1e a veces por terceros, accidental o permanentemente, deja de ser id\u00e9ntica en su esencia a la autocr\u00edtica que acompa\u00f1a a todo razonamiento, a toda manifestaci\u00f3n consciente de la\u00a0inteligencia\u201d.\u00a0[12]<\/p>\n

Agrega que el \u2018ingenio\u2019 no se refiere solo a la destreza mental sino que tiene implicancias que lo relacionan con el arte. El arte es \u201cingenio en acci\u00f3n\u201d, ingenio que no es una aptitud especial del individuo, sino la individualidad misma empe\u00f1ada en un prop\u00f3sito realizador que se manifiesta en la pr\u00e1ctica: \u201cSin el ingenio no puede prosperar la industria\u201d.[13] \u00a0Por lo tanto la educaci\u00f3n debe cultivar el ingenio a fin de que la producci\u00f3n sea de la mejor calidad, lo que presupone cultivar una mentalidad aut\u00f3noma.<\/p>\n

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\u2018Industria\u2019 es otra de las palabras que carga con un sentido que el propio Figari cree necesario aclarar en una llamada al pie al final del ensayo Educaci\u00f3n integral: \u201cSeg\u00fan el concepto corriente, se da al vocablo \u201cindustrial\u201d una acepci\u00f3n t\u00e9cnica, puramente, mientras que, seg\u00fan nuestro modo de ver, significa productividad, aptitudes para esgrimir el ingenio pr\u00e1ctico, iniciador, creador, ejecutivo, fecundo y ordenador, lo que presupone una educaci\u00f3n integral\u201d.[14]<\/p>\n

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Proh\u00edbe los ejercicios ordinales y por copias porque considera que anulan la posibilidad de desarrollo integral del alumno. A prop\u00f3sito de los cambios que realiza en el taller de dibujo, da una explicaci\u00f3n que, a nuestro entender,\u00a0si bien los refiere al acto de creaci\u00f3n en general, est\u00e1n dichos desde su\u00a0 propia perspectiva de creador: \u00abAs\u00ed, por ejemplo, al propio tiempo que se proclama que el dibujo es un lenguaje, por cuanto es la expresi\u00f3n gr\u00e1fica de un estado subjetivo, se ense\u00f1a a copiar, ordinariamente, a copiar yesos todav\u00eda de un modo servil, lo que\u00a0 excluye por completo la antedicha concepci\u00f3n del dibujo; y cuando se va m\u00e1s all\u00e1, se copia a la naturaleza o se la \u201cinterpreta\u201d, que es tambi\u00e9n una forma pasiva de considerarla, y excluye, por lo mismo, la emisi\u00f3n del concepto propio. Si en vez se ense\u00f1ara a observar libremente, cada cual expresar\u00eda su concepto propio, personal, que es lo que interesa, y no la incondicional reproducci\u00f3n geom\u00e9trica de lo objetivo, cuando no un simple papagayeo. Si el dibujo, como la escritura, se encarase francamente como un medio de expresi\u00f3n, \u00e9ste no ser\u00eda una habilidad excepcional, sino algo com\u00fan como el lenguaje. Este recurso tan esencial a la cultura productora, y tan \u00fatil para desarrollar las actividades pl\u00e1sticas en general, y hasta para ordenar por la observaci\u00f3n la mentalidad, queda de aquel modo desnaturalizado e infecundo como adorno in\u00fatil. Ese falso plan desl\u00ede la individualidad, en vez de acentuarla, y nos desvincula cada vez m\u00e1s del ambiente\u00bb.[15]<\/p>\n

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Con el fin de ampliar la cultura y los recursos expresivos de los alumnos, Figari dispone visitas para observar la naturaleza y utilizar luego lo observado como punto de partida de la creaci\u00f3n. Tambi\u00e9n organiza una excursi\u00f3n al Museo de La Plata y al Museo Etnogr\u00e1fico de Buenos Aires para estudiar sus colecciones, en el marco del empleo de referentes ind\u00edgenas en los talleres de alfarer\u00eda y cer\u00e1mica.<\/p>\n

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Privilegiar la conexi\u00f3n con la realidad circundante y el ambiente para construir el conocimiento es una constante en su obra, incluso en su ensayo\u00a0Arte, Est\u00e9tica, Ideal\u00a0<\/em>\u00a0en cuya dedicatoria manifiesta: \u201cA la realidad mi m\u00e1s sincero homenaje\u201d.<\/p>\n

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Se debe asociar el ingenio a la acci\u00f3n y a la observaci\u00f3n de la realidad: \u201cLa instrucci\u00f3n a base de abstracciones es insuficiente, como toda unilateralizaci\u00f3n org\u00e1nica\u201d.\u201d[16] Por el contrario la educaci\u00f3n debe estar ligada a los procesos vitales: \u201cLa escuela ideal es la que puede resumir, de un modo m\u00e1s amplio y eficaz la vida real\u201d.[17]<\/p>\n

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Despliega una orientaci\u00f3n vitalista que rechaza la pasividad del alumno y los m\u00e9todos opresivos corrientes en todas las instituciones de ense\u00f1anza, no solo en la ENDAYO sino tambi\u00e9n en los liceos y en las escuelas primarias. Con respecto a estas \u00faltimas, reflexiona, atento a la nueva visi\u00f3n sobre las caracter\u00edsticas de la infancia: \u201cAl observar al ni\u00f1o, tambi\u00e9n notamos que pone espont\u00e1neamente su industria a contribuci\u00f3n, como elemento preferente de aplicaci\u00f3n de sus energ\u00edas: trabaja; y apenas cesa este prop\u00f3sito org\u00e1nico, sus energ\u00edas plet\u00f3ricas desbordan las m\u00faltiples formas del ocio y del retozo. (\u2026). Tomar al ni\u00f1o, inmovilizarlo en el banco de la escuela, comprimiendo sus br\u00edos ejecutivos para encauzarlo por entero hacia la escu\u00e1lida especulaci\u00f3n abstracta, que, si puede llegar a comprender m\u00e1s o menos penosamente, no le interesa, es contrahacerlo, y, por lo mismo, desadaptarlo, suprimi\u00e9ndole o rebaj\u00e1ndole su modalidad org\u00e1nica m\u00e1s fructuosa: la productividad. Este tratamiento, que excluye la acci\u00f3n, al polarizar toda la mentalidad dentro del campo subjetivo, durante el per\u00edodo escolar, constituye una verdadera mutilaci\u00f3n de la individualidad, de graves consecuencias sociales, por cuanto, si al ejercitar el ni\u00f1o simult\u00e1neamente las facultades y aptitudes se equilibra y se ampl\u00eda, al ejercitar s\u00f3lo algunas, se unilateraliza, y queda as\u00ed restringido su campo de actividad\u201d.[18]<\/p>\n

 <\/p>\n

Adem\u00e1s de proponer una pedagog\u00eda que promueve la capacidad de pensar con autonom\u00eda y esp\u00edritu cr\u00edtico, Figari introduce el principio de la actividad, tal vez el m\u00e1s central en los proyectos propiciados por\u00a0 la Escuela Nueva, corriente conocida tambi\u00e9n con el nombre de Escuela Activa. Este principio enfrenta la formaci\u00f3n mecanicista y memor\u00edstica al otorgar prioridad a la actividad. De acuerdo con los estudios que la psicolog\u00eda ven\u00eda realizando, pone el \u00e9nfasis en la reflexi\u00f3n interior que debe integrar la funci\u00f3n cognitiva ya que la actividad demanda no solo movimiento de las manos sino tambi\u00e9n un proceso activo del pensamiento, una estrecha vinculaci\u00f3n del hacer con el pensar.<\/p>\n

 <\/p>\n

El ideal de actividad se encuentra en los grandes cl\u00e1sicos de la pedagog\u00eda,<\/p>\n

pero fue la elaboraci\u00f3n cient\u00edfica de la psicolog\u00eda sobre el desarrollo mental, a fines del siglo XIX, la que impuls\u00f3 un real cambio e influy\u00f3 en la pr\u00e1ctica pedag\u00f3gica. Jean Piaget dice al respecto en su estudio sobre la evoluci\u00f3n hist\u00f3rica de dicho concepto: \u201cEs evidente que el trabajo manual por s\u00ed mismo no tiene nada de activo si no est\u00e1 inspirado en la b\u00fasqueda espont\u00e1nea de los alumnos y no bajo la \u00fanica direcci\u00f3n del maestro\u201d.[19]<\/p>\n

 <\/p>\n

El trabajo integra el aprendizaje, no solo cuando el educando realiza labores manuales, sino tambi\u00e9n cuando lee, escribe, atiende, en fin, en las actividades en las que predomina el factor intelectual.<\/p>\n

 <\/p>\n

Este tema ha merecido la atenci\u00f3n de muchos autores del siglo XX, que aunque no lo analizan desde la perspectiva pedag\u00f3gica, lo enriquecen conceptualmente. Hanna Arendt, por ejemplo, se refiere a la categor\u00eda trabajo manual e intelectual: \u201c\u2026pensar y trabajar son dos actividades diferentes que nunca coinciden por completo; el pensador que quiere que el mundo conozca el \u201ccontenido\u201d de sus pensamientos, lo primero de todo ha de hacer una pausa y recordar sus pensamientos: Tanto aqu\u00ed como en los dem\u00e1s casos, el recuerdo prepara lo intangible y lo f\u00fatil para su final materializaci\u00f3n; es el comienzo del\u00a0 proceso del trabajo y, al igual que la consideraci\u00f3n del artesano sobre el modelo que guiar\u00e1 su obra, su etapa m\u00e1s inmaterial\u201d.[20]<\/p>\n

 <\/p>\n

Figari tambi\u00e9n enfrenta el prejuicio com\u00fan de considerar el esfuerzo, ya sea en el estudio o en la actividad f\u00edsica, como carga abrumadora, en lugar de una satisfacci\u00f3n, como ocurre cuando responde al inter\u00e9s pr\u00e1ctico o intelectual (que adem\u00e1s estimula la elaboraci\u00f3n de ideas propias y, por lo tanto, de la creatividad). El esfuerzo act\u00faa positivamente en el proceso de maduraci\u00f3n del educando.<\/p>\n

 <\/p>\n

Coincide con los estudios de su contempor\u00e1neo Edouard Clapar\u00e8de,\u00a0 para quien el criterio distintivo del juego y del trabajo resulta bastante dif\u00edcil de definir. Clapar\u00e8de recuerda el origen etimol\u00f3gico del vocablo \u2018trabajo\u2019, que procede del lat\u00edn tripalium, instrumento de tortura, y su sentido hist\u00f3rico como \u2018tormento\u2019, \u2018pena\u2019 o \u2018culpa\u2019, que ha conservado a trav\u00e9s del tiempo. Figari comparte la idea del ginebrino cuando dice que el trabajo \u201c\u2026es la condici\u00f3n de la propia evolutividad, y que, por lo mismo, es un bien, (aunque) se le ha considerado como un castigo, una imposici\u00f3n de la iracundia de los dioses\u2026\u201d.[21]<\/p>\n

 <\/p>\n

Hay trabajos que se ejecutan con placer, al igual que el juego, y ambos exigen igualmente un esfuerzo para su realizaci\u00f3n: \u201cJuego y trabajo no son m\u00e1s que dos polos de una misma l\u00ednea, a lo largo de la cual se pasa de uno a otro por medio de una graduaci\u00f3n insensible\u2026\u201d[22]<\/p>\n

 <\/p>\n

La consideraci\u00f3n del trabajo como una carga es acompa\u00f1ada por el prejuicio de que el esfuerzo f\u00edsico compete a la clase m\u00e1s pobre de la sociedad. Al contrario, Figari propone la educaci\u00f3n integral para todos los sectores sociales en todos los niveles del sistema. Su planteo reivindica la uni\u00f3n de la actividad manual con la intelectual a trav\u00e9s de la interacci\u00f3n entre teor\u00eda y pr\u00e1ctica en un proceso biun\u00edvoco de enriquecimiento que conlleva la valorizaci\u00f3n del trabajo como factor de formaci\u00f3n moral y c\u00edvica: \u201cLa regla natural de asociaci\u00f3n es el trabajo; el trabajo efectivo, el trabajo productor. Todos los componentes sociales deben cooperar al mantenimiento del organismo global para que \u00e9ste pueda prosperar, as\u00ed como para que cada unidad individual se sienta con leg\u00edtimo derecho a disfrutar de los bienes sociales, como coasociado efectivo, puesto que esto implica una carga correlativa\u201d. [23]<\/p>\n

 <\/p>\n

Figari integra en una sola ecuaci\u00f3n el arte industrial, el trabajo manual e intelectual y el estudio; es fundamentalmente\u00a0 un creador, no solo en la pintura y en la literatura, sino tambi\u00e9n en la pedagog\u00eda.<\/p>\n

 <\/p>\n

Se interesa tambi\u00e9n por conocer las propuestas pedag\u00f3gicas relativas al arte aplicado y a la est\u00e9tica industrial de las vanguardias europeas que tuvieron vigencia a mediados del siglo XIX, a partir de las nuevas formas de trabajo que gener\u00f3 el\u00a0 empuje de la revoluci\u00f3n industrial. Entre los representantes m\u00e1s destacados de tales propuestas cabe mencionar a Robert Owen, John Ruskin, William Morris, Luis Prang, entre otros.<\/p>\n

 <\/p>\n

En la fundamentaci\u00f3n del proyecto de 1910, Figari menciona a Ruskin y a las experiencias realizadas en Suecia, en Noruega y en Finlandia, donde \u201c\u2026se han operado grandes e importantes progresos en las manifestaciones modernas del arte\u2026\u201d[24]. Alude al \u201chemsl\u00f6jd de los suecos\u201d[25] lo que permite inferir que conoc\u00eda a Otto Salomon, el creador de la pedagogisk slojd (artesan\u00eda pedag\u00f3gica), de gran predicamento en la ense\u00f1anza durante la segunda mitad del siglo xix. Salomon fue director de la Escuela Normal de N\u00e4\u00e4s, donde organiz\u00f3 cursos de perfeccionamiento a los que asistieron numerosos docentes suecos y extranjeros. De nuestro pa\u00eds concurrieron el inspector de primaria Jos\u00e9 Enr\u00edquez Figueira y varios maestros.<\/p>\n

 <\/p>\n

A su regreso, Figueira tradujo al espa\u00f1ol el libro Los modelos de N\u00e4\u00e4s[26] y lo public\u00f3; en el ac\u00e1pite expone la finalidad de la obra: \u201cPromover el desenvolvimiento de todas las fuerzas del ni\u00f1o, conservando su originalidad, hacerle adquirir conocimientos, destreza y buenos h\u00e1bitos para que alcance de la manera m\u00e1s completa posible la armon\u00eda individuo-sociedad; he ah\u00ed el objeto de la educaci\u00f3n humana\u201d.<\/p>\n

 <\/p>\n

Como director del Bolet\u00edn de Ense\u00f1anza Primaria publica un art\u00edculo del pedagogo belga Alexis Sluys[27] en el que, al exponer las ideas de Salomon,\u00a0 se\u00f1ala que todas las formas te\u00f3ricas y pr\u00e1cticas de la organizaci\u00f3n de las manualidades en la escuela pueden reducirse a dos: el sistema econ\u00f3mico y el sistema pedag\u00f3gico. El primero prepara a los educandos para obtener mediante oficios manuales un medio que les permita una temprana inserci\u00f3n laboral al egresar de la escuela. Se trata de proporcionar una cultura para el desarrollo econ\u00f3mico. La escuela de N\u00e4\u00e4s, en cambio, sigue la orientaci\u00f3n del sistema pedag\u00f3gico que seg\u00fan Sluys es el mejor porque: \u201c\u2026considera el trabajo manual como un medio educativo para dar a la mano una aptitud general aplicable en las diversas circunstancias de la vida pr\u00e1ctica, tambi\u00e9n excitar el gusto por el trabajo para desarrollar en\u00e9rgicamente las facultades de atenci\u00f3n, de percepci\u00f3n y de intuici\u00f3n(\u2026). La escuela debe formar el hombre completo, desenvolver \u00edntegra y arm\u00f3nicamente todas las facultades del ni\u00f1o, sin tener como objetivo prepararlo para una profesi\u00f3n determinada\u201d.<\/p>\n

 <\/p>\n

Este sistema promueve una cultura para el desarrollo humano, acorde con el pensamiento pedag\u00f3gico de Figari.<\/p>\n

 <\/p>\n

Figueira publica en otro de los Boletines un manifiesto firmado por\u00a0 \u201cLos partidarios de la educaci\u00f3n integral\u201d[28]\u00a0 en el que, entre otros conceptos, se expresa: \u201cComo elemento esencial de la educaci\u00f3n integral, el aprendizaje manual viene a equilibrar a la instrucci\u00f3n intelectual, con lo cual est\u00e1 en una relaci\u00f3n constante de cambios y reciprocidad. El trabajo manual tambi\u00e9n puede ser considerado desde dos puntos de vista diferentes: como ejercicio destinado a perfeccionar el instrumento de los sentidos y a desenvolver la destreza de la mano \u2014\u00e9ste es el lado de la educaci\u00f3n org\u00e1nica\u2014 y como estudio de los medios y procesamiento del trabajo \u2014 \u00e9ste es el lado de la ense\u00f1anza t\u00e9cnica\u2014\u201d.<\/p>\n

 <\/p>\n

Estas tendencias sobre la ense\u00f1anza art\u00edstico-industrial, difundidas en Europa y Norteam\u00e9rica durante el siglo XIX, inspiran el primer proyecto de reforma de la ENDAYO, formulado en 1910.<\/p>\n

 <\/p>\n

Figari es tambi\u00e9n un precursor en algunas de las premisas propuestas por la Escuela Nueva. Ambas vertientes nutren su proyecto de educaci\u00f3n integral, adaptado a la realidad nacional y enriquecido con sus ideas propias.<\/p>\n

 <\/p>\n

Es posible que, como dice Gabriel Peluffo: \u201cLa concepci\u00f3n humanista de la cultura profesada por Figari, quiz\u00e1 haya tenido una expresi\u00f3n prematura en 1915, dado que no aparecen las circunstancias hist\u00f3rico-sociales capaces de otorgarle viabilidad. No obstante la adversidad de este contexto, Figari forj\u00f3 su utop\u00eda con una fe tenaz en el hombre productor, en el individuo con criterio propio, integrante de una estructura de trabajo cuyos valores culturales y prerrogativas sociales las concibi\u00f3, sin embargo, compatibles con el modelo propietarista y competitivo del capitalismo industrial\u201d.[29]<\/p>\n

 <\/p>\n

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EN EL PRESENTE: \u00bfQU\u00c9 ALTERNATIVAS?<\/strong><\/p>\n

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1.- \u00bfEducar para el trabajo o por el trabajo?<\/strong><\/p>\n

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Actualmente se escribe mucho sobre el trabajo, m\u00e1s en el \u00e1mbito de la sociolog\u00eda, la econom\u00eda y las ciencias pol\u00edticas que en el de las ciencias de la educaci\u00f3n. Se\u00a0 habla del fin del trabajo, as\u00ed como se habl\u00f3 del fin de la historia. Se constata que el toyotismo sustituye al taylorismo y al fordismo en el sistema capitalista globalizado. Se analiza la b\u00fasqueda de nuevas formas de productividad para adecuarlas al mercado. Se habla de especializaci\u00f3n flexible. Se comprueba que las conquistas hist\u00f3ricas de los trabajadores se reducen y se sustituyen o se eliminan.\u00a0Se utiliza el vocablo \u2018trabajo\u2019 como sin\u00f3nimo de empleo, asimil\u00e1ndolo a lo que se impone como carga y quit\u00e1ndole contenidos de formaci\u00f3n y \u00e9tica social.<\/p>\n

 <\/p>\n

Conocidos autores contempor\u00e1neos que analizan estos temas reconocen los valores permanentes del trabajo. En su ensayo sobre los sentidos del trabajo, el soci\u00f3logo Ricardo Antunes dice: \u201cPor medio del trabajo se produce una doble transformaci\u00f3n, dado que el ser social que trabaja \u201cact\u00faa sobre la naturaleza exterior a \u00e9l y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando las potencias que dormitan en \u00e9l\u201d[30] Y es a trav\u00e9s de esa compleja procesualidad que el trabajo humano-social se convierte en elemento central de desarrollo de la sociabilidad humana\u201d.[31]<\/p>\n

 <\/p>\n

Se trata de las mismas ideas que orientaron la propuesta figariana, dichas en un lenguaje actual y con la diferencia de que, como pedagogo, Figari recurre al trabajo como contenido organizador de una concreta propuesta educativa. Su aporte re\u00fane el estudio con el trabajo como elementos formadores y enriquecedores no solo del sujeto que se educa sino de la sociedad.<\/p>\n

 <\/p>\n

Mientras que el trabajo que se realiza autom\u00e1ticamente es una carga gravosa, el que se realiza esgrimiendo el ingenio no solo es grato y fecundo a la vez, sino que tambi\u00e9n desarrolla el sentimiento de solidaridad y estimula las aptitudes intelectuales: \u201cAl hablar del trabajo manual, no entiendo referirme a un trabajo mec\u00e1nico de las manos, sino a un trabajo guiado por el ingenio, en forma discreta y variada, constantemente variada, que pueda determinar poco a poco un criterio productor art\u00edstico, vale decir, est\u00e9tico y pr\u00e1ctico, cada vez m\u00e1s consciente, y, por lo propio, m\u00e1s h\u00e1bil y m\u00e1s apto para evolucionar. Sin perjuicio de las escuelas de especializaci\u00f3n productora, todas las escuelas deben aplicarse a fomentar la producci\u00f3n en la forma m\u00e1s efectiva posible, de modo que acostumbre al alumno a trabajar pensando y a pensar trabajando\u201d.[32]<\/p>\n

 <\/p>\n

El fin de la instituci\u00f3n escolar no es formar simples artesanos en su m\u00e1s estrecha significaci\u00f3n: \u201cM\u00e1s racional y m\u00e1s digno del Estado ser\u00eda formar artesanos, en la verdadera acepci\u00f3n que debe tener esta palabra, dada su etimolog\u00eda, es decir, obreros-artistas\u201d; \u201c(\u2026) el fin de la Escuela debe ser el de formar el criterio de los que se amparan en sus ense\u00f1anzas, dando luz a su esp\u00edritu m\u00e1s bien que una manualidad, por h\u00e1bil que sea\u201d.[33]<\/p>\n

 <\/p>\n

Sin excluir la formaci\u00f3n te\u00f3rica, el trabajo es factor de desarrollo intelectual: \u201c\u2026m\u00e1s se idea, m\u00e1s y mejor se trabaja; m\u00e1s se trabaja, m\u00e1s y mejor se idea\u201d.[34]\u00a0 Este proceso eleva la cultura integral del pueblo, raz\u00f3n por la que Figari reivindica el valor del trabajo como factor de desarrollo moral: \u201cNada educa y moraliza tanto como el trabajo\u201d.[35]<\/p>\n

 <\/p>\n

En nuestro pa\u00eds existe una tradici\u00f3n pedag\u00f3gica que cuenta con valiosas experiencias de implementaci\u00f3n de proyectos de educaci\u00f3n integral en los que se vinculaba el estudio con el trabajo productivo. En ese marco es ilustrativa la s\u00edntesis que, a\u00f1os despu\u00e9s del proyecto figariano, expuso el maestro Miguel Soler sobre esa tem\u00e1tica, a nuestro juicio basada en su experiencia como director del N\u00facleo Escolar de la Mina: \u201cUna cosa es la simple coexistencia del estudio\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0 \u2014en el sentido acad\u00e9mico del t\u00e9rmino\u2014 con actividades o trabajos y otra muy diferente es considerar que un proyecto que persigue fines productivos se constituye, a trav\u00e9s del trabajo, en un factor formativo vertebrador no s\u00f3lo de los conocimientos sino del desarrollo de la personalidad misma del educando. Un tercer nivel de articulaci\u00f3n se da cuando el proyecto productivo ha sido concebido de manera de extraer de \u00e9l todas las eventuales interacciones con el curr\u00edculo, en un proceso en que proyecto productivo y estudio se acompa\u00f1an, complementan y enriquecen mu\u00adtuamente, acortando la tradicional distancia entre teor\u00eda y pr\u00e1ctica\u201d.[36]<\/p>\n

 <\/p>\n

Rescatar y resignificar en el presente estas concepciones, que dieron lugar a fecundas experiencias cuyas propuestas ten\u00edan mucho en com\u00fan con los planteos pedag\u00f3gicos de Figari, ser\u00eda un aporte sustantivo para la reflexi\u00f3n sobre las posibles reformas que se intenta dise\u00f1ar.<\/p>\n

 <\/p>\n

2.- \u00bfEducaci\u00f3n integral o \u201ceducar para el mundo del trabajo\u201d?<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

Figari concibe la ecuaci\u00f3n estudio-trabajo como principio unificador y orientador que debe unir la escuela con la sociedad y con el modo de producci\u00f3n que le sirve de sustento. Por eso destaca \u201cla conveniencia de preparar el fomento y desarrollo de las industrias relacionadas con nuestras riquezas naturales, y con las materias primas de producci\u00f3n natural\u201d.[37]<\/p>\n

 <\/p>\n

En\u00a0Educaci\u00f3n integral expone una s\u00edntesis de esas ideas en lo que considera un \u201caxioma pedag\u00f3gico\u201d: \u201cDesde que un pueblo superior no s\u00f3lo es instruido, sino criterioso; no s\u00f3lo h\u00e1bil, sino emprendedor, ejecutivo, pr\u00e1ctico, debemos trabajar. S\u00f3lo por el trabajo severo podemos conquistar un puesto eminente en el concierto internacional. Cada vez m\u00e1s la vida civilizada exige un fondo pensante, sesudo y ecu\u00e1nime, y un ingenio sagaz y pr\u00e1ctico, capaz de aprovechar de las ventajas que le ofrece el ambiente. Descuidar este axioma pedag\u00f3gico de proyecciones individuales, sociales, humanas, es errar el camino m\u00e1s firme de la cultura escolar\u201d.[38]<\/p>\n

 <\/p>\n

La propuesta de Figari, y el ulterior destino que la ignor\u00f3 (\u00bfo la ocult\u00f3?), convocan a reflexionar sobre los dos modelos educativos que se contraponen hist\u00f3ricamente: por un lado, una instrucci\u00f3n dictada por los intereses del engranaje econ\u00f3mico del sistema capitalista con la finalidad de formar en oficios orientados a una temprana inserci\u00f3n laboral y por otro lado, una educaci\u00f3n humanista y liberadora cuyo objetivo es el desarrollo de la capacidad de cada individuo dentro \u201cde su temperamento\u201d, para utilizar la expresi\u00f3n empleada por Figari, de tal modo que pueda comprender el medio en el que vive y contribuir a transformarlo. Este modelo exige \u201c\u2026hacer converger a una aspiraci\u00f3n integral, todas las ense\u00f1anzas. Nacen de un plan como este los elementos de la inteligencia pr\u00e1ctica, industrial, positiva, conjuntamente con las energ\u00edas del esfuerzo inicial, y de las facultades ejecutivas\u201d.[39]<\/p>\n

 <\/p>\n

Figari establece una relaci\u00f3n permanente entre el arte, la industria, el trabajo y la productividad, que sintetiza en la categor\u00eda \u201ceducaci\u00f3n integral\u201d. Este concepto ilustra su decisi\u00f3n de cambiar el t\u00edtulo inicial de su ensayo\u00a0Educaci\u00f3n industrial<\/em>\u00a0por el de\u00a0Educaci\u00f3n integral<\/em>.<\/p>\n

 <\/p>\n

Debido a una falsa comprensi\u00f3n, dice, nos hemos habituado a mirar la realidad como simples espectadores, separados de ella, como a trav\u00e9s de una ret\u00edcula, obligados a dividir y clasificar. Llama a ver el mundo de otra manera: \u201cFijemos claramente este concepto de la naturaleza: la vida es siempre integral\u201d.[40]\u00a0 La educaci\u00f3n forma parte de la naturaleza y como ella debe ser integral.<\/p>\n

 <\/p>\n

A\u00f1os despu\u00e9s de haber renunciado a su actividad educacional, dicta una conferencia en Buenos Aires en la que propone la celebraci\u00f3n de un gran congreso americano para deliberar sobre los temas de inter\u00e9s en los distintos pa\u00edses. El primero de ellos que a su juicio merece ser tratado, es el siguiente: \u201cFijar en lo sustancial, el mejor criterio americano de educaci\u00f3n integral, en atenci\u00f3n a su estructura, a sus necesidades y a sus aspiraciones\u201d.[41]<\/p>\n

 <\/p>\n

Es en esta conferencia que dice la famosa frase: \u201cO nos industrializamos o nos industrializan\u201d. Considera, por un lado, que industrializar implica un gran esfuerzo educativo\u00a0 pero, a su vez, el trabajo industrial es eminentemente educador: \u201cSe requiere ante todo un amplio plan de educaci\u00f3n integral, no puramente te\u00f3rica, sino a la vez pr\u00e1ctica, muy pr\u00e1ctica y complexiva, para formar las aptitudes m\u00faltiples que exige la tarea productora, y para entrar de lleno a la vida experimental, fecunda como es, as\u00ed como todas las manipulaciones, investigaciones y adaptaciones que demanda la gesti\u00f3n y eclosi\u00f3n del esp\u00edritu ejecutivo, emprendedor y decidido, de una raza fuerte, Desde los bancos de la escuela primaria debe despertarse el ingenio y la industriosidad del educando: esa es la gran fuente creadora que ha de conquistar mayor eficiencia (\u2026) despu\u00e9s del pan, la educaci\u00f3n es la mayor necesidad de un pueblo\u2026\u201d. [42]<\/p>\n

 <\/p>\n

La categor\u00eda \u2018educaci\u00f3n integral\u2019 es el eje de la construcci\u00f3n de la identidad colectiva: \u201cHasta en el campo de la \u00e9tica social se percibir\u00e1n sus resultados\u201d.[43]\u00a0 Existe pues, una estrecha relaci\u00f3n entre el conocimiento, el trabajo y la \u00e9tica. No existe construcci\u00f3n social si se separa el \u201cmundo del trabajo\u201d de la vida concreta que viven los seres humanos cotidianamente. El trabajo integra la sociedad como un componente ineludible que asegura el armonioso desarrollo de la trama sujeto-sociedad: \u201cAsociarse no es juntarse tan s\u00f3lo: es disponerse lealmente a considerar identificado el inter\u00e9s individual al de la comunidad: regla que rige todas las formas org\u00e1nicas, tanto m\u00e1s cuanto m\u00e1s org\u00e1nicas sean. Puesto que no basta la voluntad, sino que es preciso poseer tambi\u00e9n el grado de cultura requerido para la vida superior de asociaci\u00f3n solidaria, hay que educar\u201d.[44]<\/p>\n

 <\/p>\n

Algunas interpretaciones del pensamiento pedag\u00f3gico de Figari consideran que su propuesta jerarquiza el trabajo manual en detrimento del conocimiento y la cultura, juicio que no se corresponde con su categor\u00eda de educaci\u00f3n integral.<\/p>\n

 <\/p>\n

3.- \u00bfQu\u00e9 alternativa propone Figari?<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

El trabajo como principio educativo, tal como lo concibe Figari, ha contado con una escasa presencia en el \u00e1mbito de las ciencias de la educaci\u00f3n, a pesar de que ese principio tiene una larga aunque igualmente poco conocida historia\u00a0 que en Latinoam\u00e9rica\u00a0 tuvo como uno de sus precursores al maestro Sim\u00f3n Rodr\u00edguez.<\/p>\n

 <\/p>\n

La concepci\u00f3n de educar por el trabajo sigue siendo un elemento que perturba el sentido com\u00fan, instalado en el sistema por las fuerzas conservadoras. En general, para las pol\u00edticas educativas en la ense\u00f1anza t\u00e9cnica, el trabajo ha sido concebido como elemento segmentador destinado a diferenciar la clase social que realiza las tareas t\u00e9cnicas exigidas por el mercado laboral.<\/p>\n

 <\/p>\n

Si se tiene en cuenta la praxis y el pensamiento de Figari, se imponen algunos interrogantes como los que se sugieren al comienzo de este trabajo: \u00bfqu\u00e9 cabida tiene su alternativa pedag\u00f3gica en el marco de las actuales pol\u00edticas educativas, cargadas de tensiones y disputas?; en este momento, cuando se habla de \u201ccultura del trabajo\u201d, \u00bfde qu\u00e9 trabajo se est\u00e1 hablando?, \u00bfde un trabajo con los contenidos de cultura y valores que preconizaba Figari?, \u00bfo del trabajo alienado atento solo a los intereses del mercado?<\/p>\n

 <\/p>\n

A\u00f1os despu\u00e9s de su derrota, Figari record\u00f3 el combate \u201ccontra viento y marea\u201d[45] que caracteriz\u00f3 su intento de reforma. Hoy, en medio de los homenajes que se le brindan, es muy posible que, con el aire severo que aparece en sus autorretratos \u2014incluso ce\u00f1udo, como en algunos\u2014\u00a0 dijera, esta vez refiri\u00e9ndose a su ideario pedag\u00f3gico: \u201c\u00a1Que me critiquen, que me discutan, que me nieguen, pero que digan algo!\u201d[46]<\/p>\n

 <\/p>\n

 <\/p>\n

* Art\u00edculo publicado en la revista\u00a0Voces\u00a0<\/em>N\u00ba 14, Asociaci\u00f3n de Educadores de Am\u00e9rica Latina y el Caribe (diciembre de 2015).<\/p>\n

 <\/p>\n

** Maestra y Directora de Escuela. Redactora de la \u00abRevista de Educaci\u00f3n del Pueblo\u00bb. Escritora. Autora junto con Mar\u00eda Luisa Battegazzore del libro \u00abPedro Figari. Tradici\u00f3n y Utop\u00eda\u00bb (Montevideo, Ed. Psicolibros, 2010).<\/p>\n

 <\/p>\n

Notas<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

[1] Pedro Figari,\u00a0Educaci\u00f3n y arte<\/em>, Montevideo, 1965, Biblioteca Artigas, p. 53. En adelante: EA.<\/p>\n

 <\/p>\n

[2] EA,\u00a0p. 119.<\/p>\n

 <\/p>\n

[3] EA, p. 123.<\/p>\n

 <\/p>\n

[4] EA, p. 186.<\/p>\n

 <\/p>\n

[5] En\u00a0Historia kiria<\/em>\u00a0hay un cap\u00edtulo dedicado a la escuela.<\/p>\n

 <\/p>\n

[6] EA, p. 55.<\/p>\n

 <\/p>\n

[7] Pedro Figari,\u00a0Arte, est\u00e9tica, ideal<\/em>, T I, Montevideo, 1960, Cl\u00e1sicos uruguayos, p. 7. En adelante: AEI.<\/p>\n

 <\/p>\n

[8] EA, p. 115.<\/p>\n

 <\/p>\n

[9] EA, p. 21.<\/p>\n

 <\/p>\n

[10] EA, p. 34.<\/p>\n

 <\/p>\n

[11]\u00a0 EA, p. 116.<\/p>\n

 <\/p>\n

[12]\u00a0 AEI,\u00a0 p. 187.<\/p>\n

 <\/p>\n

[13]\u00a0 EA, p.102.<\/p>\n

 <\/p>\n

[14]\u00a0 EA, p. 186.<\/p>\n

 <\/p>\n

[15] EA, p.177.<\/p>\n

 <\/p>\n

[16]\u00a0 EA, p. 87.<\/p>\n

 <\/p>\n

[17]\u00a0 EA, p. 89.<\/p>\n

 <\/p>\n

[18] EA, p. 168.<\/p>\n

 <\/p>\n

[19] Jean Piaget,\u00a0Psicolog\u00eda y pedagog\u00eda<\/em>, Barcelona, 1981, Ariel, p. 171.<\/p>\n

 <\/p>\n

[20]\u00a0 Hannah Arendt,\u00a0La condici\u00f3n humana<\/em>, Buenos Aires, 2013, Paid\u00f3s, p. 105.<\/p>\n

 <\/p>\n

[21]\u00a0 AEI T.III, p.215.<\/p>\n

 <\/p>\n

[22]\u00a0 Edouard Clapar\u00e8de,\u00a0Psicolog\u00eda del ni\u00f1o<\/em>, Madrid, 1927, F. Beltr\u00e1n, p. 481.<\/p>\n

 <\/p>\n

[23] EA, p. 89.<\/p>\n

 <\/p>\n

[24] EA, p. 58.<\/p>\n

 <\/p>\n

[25]\u00a0 EA, p. 71.<\/p>\n

 <\/p>\n

[26] J. H. Figueiras y J. Cabezas,\u00a0Los modelos de N \u00e4as<\/em>, 1890, Estocolmo, Gemandts Bktrckeri-Artiedolag.<\/p>\n

[27]\u00a0\u00a0Bolet\u00edn de Ense\u00f1anza Primaria<\/em>, Montevideo, marzo de 1890, Imprenta Art\u00edstica de Dornaleche y Reyes, p 194.<\/p>\n

 <\/p>\n

[28] Ob. cit., marzo de 1894, p.135.<\/p>\n

 <\/p>\n

[29]\u00a0 Gabriel Peluffo,\u00a0Pedro Figari: Arte e Industria en el Novecientos<\/em>, Montevideo, 2006, Esc. de Artes Gr\u00e1ficas UTU, p. 76.<\/p>\n

 <\/p>\n

[30] Carlos Marx,\u00a0El capital\u00a0<\/em>vol.I, M\u00e9xico, 1973, Fondo de Cultura Econ\u00f3mico, p. 110.<\/p>\n

[31] Ricardo Antunes,\u00a0Los sentidos del trabajo<\/em>, Buenos Aires, 2013, Herramienta, p. 272.<\/p>\n

[32] EA, p. 90.<\/p>\n

[33] EA,p. 24-25.<\/p>\n

[34] EA, p.172.<\/p>\n

[35] EA, p.173<\/p>\n

[36] Miguel Soler,\u00a0Educaci\u00f3n y vida rural en Am\u00e9rica Latina<\/em>, Montevideo, 1996, Instituto del Tercer Mundo, p. 111.<\/p>\n

[37] EA, p. 18.<\/p>\n

[38]\u00a0 EA, p. 185.<\/p>\n

[39] EA, p. 54.<\/p>\n

[40]\u00a0 EA, p. 166.<\/p>\n

[41] EA, p. 220.<\/p>\n

[42] EA, p.209-210.<\/p>\n

[43] EA, p.32.<\/p>\n

[44]\u00a0 EA, p. 164.<\/p>\n

[45] Anastasia-Rela,\u00a0Figari, lucha continua<\/em>, Montevideo, 1994, I. Italiano de Cultura y A.U. de Letras, p. 171, Carta a su nieto Jorge Faget Figari.<\/p>\n

[46] Hyalmar Blixen,\u00a0Figari en la aventura de las letras<\/em>, Montevideo, Diario Lea, 2\/10\/<\/p>\n

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\u00abNecesitamos educaci\u00f3n para la investigaci\u00f3n, para la innovaci\u00f3n, en fin para un pa\u00eds productivo con justicia social. En el debate educativo debe superarse la visi\u00f3n unilateral de la ense\u00f1anza y su versi\u00f3n \u201clibresca\u201d \u201cmemoriosa\u201d y \u201celitista\u201d por una visi\u00f3n superior, polit\u00e9cnica, en el sentido en que elabor\u00f3 Figari, como parte de poder generar las condiciones […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"comment_status":"closed","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"tdm_status":"","tdm_grid_status":"","footnotes":""},"categories":[33],"tags":[],"acf":[],"_links":{"self":[{"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2210"}],"collection":[{"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2210"}],"version-history":[{"count":1,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2210\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":2211,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2210\/revisions\/2211"}],"wp:attachment":[{"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2210"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2210"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"http:\/\/www.afutu.org.uy\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2210"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}